la dueña de este perro pensó que su perro estaba acosando al gato al agarrarlo del cuello y arrastrarlo hacia la casa sin embargo cuando el perro se acercó a su dueña no pudo contener la risa resulta que el gato le había mordido la mandíbula al perro y no lo soltaba el pobre perro no tuvo más remedio que llevar al gato obstinado a su dueña para pedir ayuda